A golpe de campana

Nuestra mañana

el Ora et Labora de San Benito.

 Mucha gente se pregunta a menudo:
¿En que consiste la vida de un fraile y de un monje?
Pues respondiendo muy rápido y muy a lo bruto, se resume en el tan famoso Ora et Labora de San Benito, reza y trabaja. Para ambas cosas hay suficiente tiempo, y para ayudarnos contamos con un horario que nos dice lo que nos toca a cada momento. Muchos pensaran que es algo muy tedioso, pero yo les digo que no, que en cambio, es una bendición. Hay muchos que andan muy afanosos en no hacer nada, y para eso piensan en mil cosas...
 Pues bueno, nosotros con nuestro día organizado vamos rodando sin problema. Diréis: "¡Qué pesado es este fraile!".
Pues bueno, yo haciéndome el sordo, os sigo contando nuestra jornada, así que vamos allá.

Nuestro día empieza a toque de campana a las siete de la mañana, mientras hacemos nuestros primeros saludos a nuestro Señor y a María Santísima, nos levantamos y ponemos nuestro uniforme de guerra, (que nadie piense que vamos a la guerra, o a ponernos armaduras y mallas). Nos referimos a nuestro santo hábito,(que en su momento os explicaré el porqué siendo carmelitas llevamos túnica blanca).
 Ya a las 07:25 am, la campanita nos avisa que quedan cinco minutos para presentarnos en el coro y rezar el Ángelus, y seguidamente empezar con el oficio de lecturas, que consiste en rezar varios salmos y en leer dos lecturas, dicho muy burdamente. Una vez acabado este oficio tan hermoso, invocamos a Dios Espíritu Santo, y empezamos nuestra oración mental en comunidad. Pasa el tiempo entre amores divinos y toca la campana, (que tradicionalmente se dice que es la voz de Dios), indicándonos que es hora de empezar a rezar Laudes, así que para finalizar nuestra oración mental, rezamos esa antigua oración... Bajo tu amparo nos acogemos...
Entre alabanzas divinas, llegan las nueve de la mañana, y con un rápido desayuno, nos retiramos a nuestra celda y ya a las 09:30 am empezamos nuestra jornada. Si antes era el Ora, ahora toca el Labora. Unos días nos toca limpiar, otros lavandería y tratar con nuestra hermana la plancha, otros repostería, o hacer la comida para la comunidad, y como esto otras tantas cosas...
 A mediodía toca un ratito de respiro para rezar el Ángelus, y ya proseguimos el trabajo hasta la una menos cuarto en que finalizamos nuestras tareas y toca tiempo de celda hasta las 13:10 en que la campanita vuelve a tocar congregándonos al coro para rezar Sexta. Toca la campana y... : "Dios mío ven en mi auxilio...". Acabamos y empezamos con la preces carmelitanas, rogando a la Virgen del Carmen, a San José, a San Elías Profeta, a San Jerónimo y a algunos santos más, y pidiendo por las vocaciones. Ya lo que resta para la una y media lo empleamos en examen de conciencia.
En la siguiente entrada hablaremos de la tarde.
 

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